La pintura semibrillante es popular por su hermoso brillo y por el hecho de que es muy fácil de limpiar. Sin embargo, esta capacidad de limpiar puede ser un obstáculo cuando llega el momento de volver a pintar las paredes. En pocas palabras, la pintura no se adherirá bien a la pintura brillante y terminará veteada o escamosa. Para pintar sobre paredes que actualmente son semibrillantes, es importante preparar las paredes correctamente primero.
Lata de pinturaPaso 1
Proteja sus ojos y pulmones usando anteojos de seguridad y una máscara antipolvo.
Paso 2
Use una lijadora de pértiga con papel de lija de grano 120 para raspar ligeramente las paredes. Trabaja en una dirección con trazos suaves y ligeros. Esto rascará ligeramente las paredes y proporcionará una superficie a la que se pueda adherir la nueva pintura.
Paso 3
Limpie las paredes con un paño húmedo. Esto eliminará el polvo de lijado y preparará las paredes para imprimar.
Paso 4
Aplique una sola capa de una base base regular. La imprimación se puede rodar, cepillar o rociar, aunque la rodadura es más popular para trabajos residenciales.
Paso 5
Espere 24 horas para que la imprimación se seque, luego aplique 1-2 capas de la pintura de su elección, ya sea plana, brillante o semibrillante. La pintura se puede aplicar de manera típica, sin precauciones especiales debido a la antigua base semi-brillante.