Cómo arreglar una puerta de ducha hundida

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La apertura y el cierre repetidos, el manejo brusco y la humedad pueden hacer que las puertas de la ducha se doblen. Típicamente, esta flacidez ocurre en el lado de la manija de la puerta. Cuando una puerta de ducha se hunde, es casi imposible cerrarla bien, si es que lo hace. Pueden producirse daños en la puerta y el marco, así como daños por agua en el piso. Para evitar la flacidez de las puertas de la ducha, apriete los tornillos de la puerta regularmente y evite golpear la puerta. Para arreglar una puerta de ducha hundida, todo lo que necesita es un destornillador, un martillo y chatarra.

Paso 1

Afloje los tornillos en las esquinas de la puerta de la ducha y la manija de la puerta. Abre la puerta de la ducha.

Paso 2

Coloque un bloque de dos por cuatro debajo de la esquina inferior exterior de la puerta.

Paso 3

Contrachapado de cuña o una cuña de teja de madera entre el bloque de madera y la parte inferior de la puerta.

Paso 4

Sostenga un pequeño bloque de madera contra la esquina inferior de la puerta, cerca del borde. Golpea la madera contra el fondo de la puerta varias veces con un martillo. Asegúrese de que la cuña esté bien ajustada. Repita el acuñamiento y el golpeteo según sea necesario.

Paso 5

Vuelva a apretar todos los tornillos. Retire la cuña y el bloque de dos por cuatro debajo de la puerta. Cierra la puerta de la ducha. Si la puerta aún no está alineada con el marco, afloje los tornillos y repita el procedimiento. Uno o dos intentos suelen ser suficientes.

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