El baño de oro ayuda a dar un brillo elegante a todo tipo de cosas, desde trompetas hasta grifos y medallones. Parte de la razón por la que el oro es tan valioso es porque es bastante maleable, lo que significa que limpiarlo puede requerir una mano suave para evitar daños. Afortunadamente, el sentido común y la paciencia te ayudarán.
Limpieza de baño de oro
Paso 1
Mantenga su recubrimiento: el recubrimiento de oro puede dañarse con sulfuros en el sudor humano o con cloro y soluciones de limpieza duras. Los instrumentos chapados en oro, por supuesto, deben limpiarse después de cada uso. Envuelva las joyas en un paño de gamuza cuando no esté en uso, y mantenga los instrumentos en su estuche adecuado.
Paso 2
Realice una buena limpieza inicial de su baño de oro con un paño limpio y seco de microfibra. Enjuague su baño en agua caliente y detergente suave para lavar platos, y deje secar al aire.
Paso 3
Pula con un paño de microfibra o un paño especial para pulir oro. Frote ligeramente: el baño de oro puede ser bastante delgado y potencialmente eliminado o rayado con demasiada fricción.
Paso 4
Elimine el empañamiento persistente con un limpiador especial como Tarn-X (disponible en la mayoría de las ferreterías).
