Al igual que otras verduras de raíz, las cebollas se almacenan durante mucho tiempo. Desafortunadamente, si no se almacenan correctamente, brotan y comienzan a crecer raíces, un tallo o ambos. Los bulbos de cebolla están destinados a convertirse en una nueva planta, por lo que la germinación es algo natural. Los bulbos permanecen inactivos hasta que las condiciones sean adecuadas para brotar, y una vez que lo están, comienza un nuevo crecimiento. Una vez germinadas, las bombillas se pudren más rápidamente. Proporcione condiciones de almacenamiento que mantengan la bombilla inactiva y eviten la mayoría de los problemas de brotación mientras están almacenados.
La humedad puede hacer que broten las cebollas.Paso 1
Extienda las cebollas recién cosechadas en una sola capa en un lugar seco y cálido. Deje secar las cebollas durante tres semanas o hasta que el cuello del bulbo esté completamente seco.
Paso 2
Llena una bolsa de malla o canasta de alambre con las cebollas secas. Evite los recipientes de plástico o cualquier dispositivo de almacenamiento que no permita que circule aire alrededor de las cebollas. La circulación de aire inadecuada conduce a la acumulación de humedad, lo que hace que las cebollas broten o se pudran.
Paso 3
Coloque las cebollas en un lugar seco, a 32 a 40 grados Fahrenheit. Las temperaturas cálidas pueden alentar la brotación o la podredumbre. Evite las áreas donde las temperaturas caen por debajo de cero.
Paso 4
Almacene otras frutas y verduras en maduración en un lugar alejado de las cebollas. La maduración de las frutas produce gas etileno, que ayuda a estimular la germinación de las cebollas.